Así aprovecharon las marcas la fiebre de las flores amarillas

Cada 21 de septiembre, la tradición de regalar flores amarillas ha saltado de las redes sociales al mundo real, con un crecimiento en ventas del 15%, según el Ministerio de Agricultura y Riego (Midagri). Esta tendencia, que tiene sus raíces en plataformas como TikTok e Instagram, ha capturado la atención de los consumidores y, por supuesto, de las marcas, que no han dudado en subirse a la ola con creativas campañas.

Aunque rastrear el verdadero inicio del trend ha sido un reto, una de las teorías más populares vincula esta costumbre con la novela argentina Floricienta, donde las flores amarillas simbolizan un deseo de compartir la vida con alguien especial. Coincidiendo con el inicio de la primavera en muchos países, el vibrante color de las flores se ha convertido en un símbolo de renovación y alegría. Sin embargo, no es solo el romanticismo lo que ha impulsado esta moda, sino también el poder viral de las redes sociales, que ha permitido que esta tradición se expanda globalmente.

No solo los consumidores han adoptado esta tendencia. Grandes marcas han aprovechado el momento para lanzar ingeniosas campañas. Desde publicaciones en redes sociales hasta promociones especiales, las empresas han encontrado en las flores amarillas una forma de conectar con su audiencia. Entre las marcas que han destacado están:

• Scotiabank: 

• Herbi Perú: 

• Concordia: 

El éxito de esta tendencia no solo ha radicado en su romanticismo o su asociación con la primavera, sino también en la habilidad de las marcas para innovar y conectar con sus consumidores de maneras originales. Esta tradición, nacida en el mundo digital, se ha convertido en un fenómeno cultural que refleja el poder de las redes sociales para influir en las costumbres cotidianas y en las estrategias comerciales de las empresas.

Lo que comenzó como una moda en redes ha transformado la manera en que las marcas interactúan con sus audiencias, demostrando que incluso un detalle tan sencillo como regalar flores puede convertirse en un fenómeno comercial. La tendencia de las flores amarillas es un claro ejemplo de cómo la creatividad y el marketing pueden florecer en conjunto, aprovechando momentos culturales para generar conexión y relevancia.