El lujo silencioso gana terreno en el marketing global

El marketing de influencers atraviesa una transformación significativa impulsada por el auge del Quiet Luxury, una tendencia que prioriza la calidad, la artesanía y la discreción frente a la ostentación tradicional del lujo. De acuerdo con estimaciones recientes, el valor del marketing de influencers pasará de 24 mil millones de dólares en 2024 a más de 32 mil millones en 2025.

Esta evolución se da en un contexto donde el mercado global del lujo también cambia: si bien se espera que alcance los 1.5 billones de euros este año, los bienes personales de lujo han experimentado una contracción del 2%, la primera en más de una década, excluyendo el periodo de pandemia. Tradicionalmente, las marcas de lujo apostaban por influencers que destacaban productos fácilmente reconocibles y estilos de vida lujosos. Hoy, el 70% de estas marcas ya emplean estrategias con influencers, y la mitad las consideran altamente efectivas.

Sin embargo, la clave ya no está en el número de seguidores, sino en la credibilidad. El 60% de los consumidores de lujo siguen a influencers en busca de inspiración auténtica, y el 84.8% de los profesionales del marketing consideraron estas campañas efectivas en 2024, lo que resalta la importancia de un vínculo genuino entre marca e influencer.

El Quiet Luxury surge como una respuesta a la saturación de contenido llamativo y al deseo de los consumidores por conexiones más profundas con los productos. Además, esta tendencia se alinea con la creciente preocupación por la sostenibilidad: el 60% de los compradores de lujo toman en cuenta las prácticas responsables de una marca. El desafío reside en comunicar los valores del lujo discreto en plataformas digitales donde reina lo visual y lo inmediato. Las colaboraciones más eficaces son aquellas con micro-influencers, que en 2024 registraron una tasa de interacción del 1.73%, muy superior al 0.61% de los macro-influencers. Esto refleja que las audiencias valoran la cercanía y autenticidad, claves para transmitir con sutileza los principios del Quiet Luxury. 

Así, el Quiet Luxury representa más que una moda: es un cambio estructural en cómo las personas conciben y consumen el lujo. La capacidad de las marcas para adaptarse a esta nueva narrativa será decisiva para mantenerse relevantes en un entorno digital en constante evolución.