Los esports y su relación con las marcas

El primer videojuego data de los 50s, cuando era solo un pasatiempo de jóvenes y adultos. Con el tiempo y gracias al avance de la tecnología, la industria ha crecido  a tal punto que hoy mueve alrededor de US 175,000 millones al año, con una tasa de crecimiento de 10%, según Boston Consulting Group (BCG). 

La industria empezó a ganar fuerza cuando decidieron llevar a cabo competencias de videojuegos. De acuerdo a la historia de los esports, el primer campeonato se realizó el 19 de octubre de 1972 con el juego Spacewar, siendo el premio una suscripción anual a la revista Rolling Stone. Sin embargo, la primera competencia oficial y registrada fue en 1980, que contó con el auspicio de una marca: Atari, una de las desarrolladoras más importantes de la época. 

En 1983, se fundó el Equipo Nacional de Videojuegos de Estados Unidos, el primero en el mundo. Es así que la industria fue creciendo y con ello el interés de las marcas en apostar por este sector. 

Si bien es cierto que las empresas estuvieron desde sus inicios, la relación entre ambos se intensificó este siglo, cuando los videojuegos empezaron a registrar un crecimiento gigantesco cada año. 

Los jugadores y los propietarios de equipos se han convertido en estrellas y las marcas han aprovechado su influencia en el sector para crear patrocinios corporativos. Según datos de Business Wire, el mercado mundial de deportes electrónicos podría alcanzar los 12,490 millones de dólares para 2030, una proyección importante para las empresas.  

Algunas de las marcas que patrocinan los esports son: Levi’s, Duracell y Getty Images. Mientras que las marcas que apuestan por los deportes electrónicos en Perú son: Movistar, Burger King, Lenovo e ISIL.