"Vaper Cancer Flavour": campaña sobre el uso de cigarros electrónicos
El objetivo de esta iniciativa es tener la primera generación libre de tabaco para 2030.
En un mundo cada vez más dominado por los cigarrillos electrónicos, la campaña "Vaper Cancer Flavour" está levantando la voz sobre un problema que afecta a nivel global.
De acuerdo con cifras de Euromonitor, en un lapso de tan solo 7 años, la cantidad de consumidores de estos dispositivos aumentó de 6 millones en 2011 a 35 millones en 2016.
El verdadero dilema radica en que gran parte de estos consumidores parecen estar en la oscuridad sobre los posibles impactos adversos que estos productos pueden tener en su salud.
Es aquí donde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en colaboración con la agencia creativa La Despensa, está dando un paso al frente con una iniciativa verdaderamente creativa y reveladora.
La AECC ha lanzado en España un vaper ficticio que, en contraste con sus contrapartes reales, no oculta los riesgos asociados con su uso. Este producto lleva el nombre de la misma campaña: "Vaper Cancer Flavour".
El propósito subyacente es simple pero poderoso: arrojar luz sobre el hecho de que estos productos contienen sustancias potencialmente cancerígenas. Estos vapers se han vestido con mensajes directos y reales, como "Advertencia: hemos sido engañados" o "Nos han vendido humo".
El diseño del empaque se ha concebido meticulosamente para imitar los colores y las estéticas que normalmente atraen a los jóvenes hacia los vapers convencionales. Sin embargo, esta vez, ofrecen un nuevo sabor, uno que es menos apetitoso y que simboliza las consecuencias tangibles del uso de estos productos.
Pero, ¿existe un problema aún más profundo detrás del auge de los vapers? Un estudio realizado por la propia Asociación Española Contra el Cáncer reveló que el 44,3% de jóvenes entre 16 y 21 años han consumido vapers al menos una vez al mes sin comprender verdaderamente las implicaciones para su salud.
La campaña "Vaper Cancer Flavour" busca abordar este problema de raíz. Desde la AECC, se establece claramente que el objetivo de esta iniciativa va más allá de la concientización inmediata. Su ambición es nada menos que alcanzar la meta en 2030 de tener la primera generación libre de tabaco.